No quiero ser una etiqueta.

Si no tuviste relaciones sexuales antes de los 17 sos un tonto. Si no besaste a nadie antes de los 15 también. Si te va bien en el colegio sos el aburrido de la clase. Si una chica usa pelo corto es lesbiana. Si un chico tiene muchas amigas es gay. Si usas vestidos cortos sos puta. Si conoces un chico en un boliche y tienen relaciones sos puta. Tenes mucho busto (tenes mucha teta), sos puta. Usar remera sin corpiño, puta. Usas calzas, puta. Tenes novio a los 13, sos puta. Tu novio es cinco años más grande que vos, sos puta. 

No quiero más etiquetas en mi vida, no quiero tener la etiqueta de puta, ni de virgen o aburrida, no quiero la etiqueta de gorda, o flaca o depresiva, no quiero la etiqueta. Nacimos y vivimos en una sociedad de etiquetas, y aunque no queramos las tenemos. Y aunque no queramos, les damos una etiqueta al otro también. Yo creo que lo hacemos porque "es así", porque no conocemos otra cosa. Nos enseñaron a juzgar desde siempre. 

Pero también creo que nacimos y vivimos en una sociedad en revolución, al menos yo. Esta revolución  me pide dejar de etiquetar y sacarme las etiquetas que me dieron. No las quiero, no las siento mías -aunque quisieron hacérmelas creer- no las merezco. No las merezco yo, ni vos.