Estaba ahí, una vez más. Como tantas otras noches, mirando por la ventana y fumando. Pensando.
Estaba así, una vez más. Como tantas otras noches, confundida y preocupada. Llorando.
¿Qué me pasa?
Es miedo. Y eso me provoca angustia. Es angustia y eso me provoca miedo. Mucho miedo.
Miedo de seguir siempre en esta situación, de estar a un paso de decirte todo y no poder hablarte.
Me resulta irónico porque sé que puedo contarte todo. Sé que vas a estar ahí, siempre , hasta cuando no me lo merezca. Pero al mismo tiempo, me inunda el alma este miedo de no saber qué vas a pensar de mi. Y si me vas a seguir queriendo, así como soy.
Linidisimo.
ResponderEliminarQue bonito, creo que todos en algún momento de nuestra vida nos podemos sentir identificados con esta situación, el miedo siempre esta presente en mayor o menor medida por una situación o por otra. Mil besitos wapa y a seguir escribiendo y sacando el talento.
ResponderEliminarQue bonito, creo que todos en algún momento de nuestra vida nos podemos sentir identificados con esta situación, el miedo siempre esta presente en mayor o menor medida por una situación o por otra. Mil besitos wapa y a seguir escribiendo y sacando el talento.
ResponderEliminarA veces un cigarrillo resulta la mejor de las compañías en una de esas noches desoladoras. Hay que aprender a soltarse, porque la incertidumbre daña, pero el silencio, tragarse todo lo que uno lleva dentro, mata.
ResponderEliminarDeja de temer si puedes ser algo que quiere o no, ¿tú quieres eso? No.
ResponderEliminarSi te quiere entonces ni lo dudes, seas como seas te va a querer.
ResponderEliminarSi te quiere, que te quiera a ti.
ResponderEliminarQué bonito y que triste... pero, si realmente te quiere esa persona, estará en las buenas y en las malas. Porque eso es la amistad (o amor en todo caso).
ResponderEliminarUn saludo.
Se piensa mucho fumando, ¿no?
ResponderEliminarNoa